Cómo llevar huevos a la otra parte del mundo con total seguridad

La empresa San Juan Aislamientos y Embalajes, con sede en Bértoa (Carballo), acaba de patentar un «envase de protección y conservación para huevos y otros productos». Tal es la denominación exacta que figura en el título de modelo de utilidad que acaba de obtener de la Oficina Española de Patentes y Marcas. Lo de «otros productos», tal vez frutas, queda para más adelante, porque la estrella de esta invención serán los huevos. Un producto frágil y de consumo básico que, en recipientes cuyo tamaño se podrá elaborar a voluntad y en función de las necesidades del cliente, asegura un traslado seguro a cualquier lugar del mundo. Y tanto a cargo de las grandes empresas productoras, como de las superficies comerciales que deseen enviar pedidos a domicilio, o de los propios usuarios individuales que quieran asegurar un envío a sus parientes o amigos lejanos.

Este envase especial está realizado en poliestireno expandido, un revestimiento o plástico espumado en el que San Juan trabaja desde hace dos decenios con notable éxito tanto para la construcción en obra pública y privada (su principal destino) como para la flota pesquera. Pero el gerente, José Antonio Alonso, decidió ir a más, filosofía que lo acompaña desde que abrió el negocio, en la actualidad unas naves que suman 12.000 metros cuadrados en la carretera que comunica Carballo con su litoral. Pensó cómo tratar un producto frágil como los huevos, que mueve millones de unidades cada día en todo el planeta, tanto si se hace mediante métodos sencillos tipo mensajería, como si es preciso cargarlo en grandes contenedores marítimos. Alonso asegura que su sistema es mucho más útil, sencillo y barato que otras posibles fórmulas de desplazamiento.

San Juan, la única empresa gallega que trabaja en el poliestireno expandido en el sector de la construcción (en otras áreas, como cajas de pescado, hay más), se encuentra ahora mismo en fase de comercialización de estos envases. Su gerente asegura que este mismo año estará en el mercado. Está convencido de las bondades de este producto y de su éxito a medio y largo plazo. Puede ser clave en la exportación, porque su función conservadora y aislante facilita llevar los huevos a lugares en los que, por ejemplo, la temperatura ambiente sea radicalmente diferente, lo que ayudará a la exportación. Y siempre garantizando su plena integridad hasta el destino final. Otra ventaja es que el poliestireno no transmite olor a los huevos, pese a la porosidad de estos. Cree, además, que este tipo de plástico espumado aportará un plus de calidad a los alimentos que envase. Y se podrá adaptar a todo tipo de tamaños. Han hecho ya pruebas con envíos a varios puntos de España y de Europa, con pleno éxito. También cuentan con la colaboración de un departamento universitario para determinadas mediciones y análisis.

San Juan Aislamientos y Embalajes tiene varias líneas de producción en marcha, dada la versatilidad del material con el que trabajan (en la planta hay una veintena de empleados) con un mercado muy consolidado. La rehabilitación en la construcción es una de ellas. La comercialización de cajas de pescado, otro. Además, relativamente reciente. O Berbés y Marín son áreas portuarias a las que se dirigen los millones de cajas que producen cada año.

 

Fuente. La Voz de Galicia

2017-12-23T19:19:11+02:00

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